A la vista presenta un color amarillo dorado con destellos oro. Muy brillante. Lagrimea con profusión y limpieza.
Intenso, expresivo, complejo en la miel. Sin perder delicadeza. Orejones, miel de romero, melocotón en almíbar, tostadillos, especias y mucha flor blanca.
Y la boca... "Tu booooooca". Qué hermoisura, qué goosura, qué saborrrrrrrr. Es un vino para disfrutarlo, paladearlo, catarlo, recatarlo, gustarlo, degustarlo... Untuoso y expansivo. Pero con esa acidez que lanza al estrellato y a la longevidad... Mmmmmmm
Largo.
Grande.
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