Unos meses después, recato otra botella. Persiste ese color rojo intenso,

Unos meses después, recato otra botella.
Persiste ese color rojo intenso, entre lo violeta y lo morado, te obliga a meter nariz y después a probarlo. La nariz no ha cambiado, tal vez ahora más se perciben lácteos, yogur de moras, arándanos, levemente especiado. En boca es donde más he notado el cambio. Siendo robusto, el paso es más sedoso, está más asentado. Persiste una ligera astringencia al final que le da vigor. Te envuelve la boca, el paladar. Es agradable mantenerlo en boca durante unos segundos, es aterciopelado. Me parece mejor vino ahora, como si se hubiera asentado en estas fechas. Aun así, si me libro de la tentación y dejo el par de botellas que aun me quedan para años proximos, diria que ganaria en expresividad y redondez.
Subo mi nota, porque él lo vale.

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