Botella degollada en Julio de 2012.
Cuando tenemos la oportunidad de disfrutar de una botella de esta maravilla hay que aprovecharla, y ninguna pinta mejor que con buenos amigos reunidos alrededor de una mesa. Cada botella de Substance es un mundo y todas son una maravilla. Ésta en concreto nos impresionó más en nariz, cambiante, hipnótica, potente y a caballo entre lo reductivo y lo oxidativo, a veces más un Borgoña, a veces más un Jerez. Maravillosa.
En boca es pura fuerza, muy joven, con una acidez bestial que le hará vivir muchos años, pero con una finura propia de los más grandes vinos. Final largo, mineral, cítrico, frutos secos, especias, con un carbónico bien integrado y una larga persistencia.
Dada su escasez y precio (unos 200€) cada vez se hace más complicado beber este impresionante Champagne, pero desde luego que mientras haya la más mínima oportunidad haremos lo posible por aprovecharla. Porque Susbstance es mucho más que un Champagne, es la muestra de hasta dónde es capaz de llegar el maestro Selosse. Imprescindible.
Lo es, desde luego. Y toda su gama es enormemente sólida, Initial, VO, Exquise, Millesimé, Rosé, Substance, Contraste, los parcelarios…en fin, todos sus vinos dicen algo. Mi preferido siempre es el millesimé y en concreto el 96 es hasta el momento el mejor vino que he bebido del maestro, pero ese Substance no le va a la zaga y además cada botella es distinta.
Me han hablado maravillas de su hotel, pero claro, bastante que de vez en cuando puedo beber alguno de sus vinos…
Saludos,
Eugenio.
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