Estos burdeos viejos son fuente inagotable de satisfacciones. Este vino está ahora maravilloso, suave, pulido, seductor con una notable presencia de tierra húmeda y brasas que llena la boca.

Hay que beberlo enseguida tras abrir la botella, un resto que duró unas cinco horas ya era otra cosa.

Este vino está magnifico, pletórico, con un perfume extraordinario, quizá sólo ha incrementado el aroma de regaliz, pero sigue muy frutal y con una alta complejidad tanto en boca como en nariz. Increíble. Lo que no entiendo es cómo sólo le puse un 9, merece mucho más.

Picota oscuro, capa alta, borde atejado. Presenta muchísimo poso en forma de carbonilla negra lo cual exige un cuidadoso microfiltrado.

Arome tenue a copa parada, en movimiento fruta roja sana y fresca, chocolate, ligera madera, mineralidad, con ligeras y elegantes notas terciarias.

Boca muy suave, mucha estructura, excelente cuerpo, gran ataque, ligeramente astringente, muy voluminoso. Muy sabroso y tánico ( pequeña fruta roja). Finalmente es largo con final frutal. Este gran vino no presenta señala alguna de decrepitud, al contrario está en plena forma, magnifico en su carácter serio, sobrio y complejo.