Casi de retruco, dí con este vino, el pasado miércoles...y en casa de mis suegros!!
Abrían sin muchas pespectivas positivas, la botellita con la idea de comenzar a beberlo con el tapeo, aprovechando una divertida e interesante velada futbolística. Desde luego, al poco tiempo lo apartamos para que nos sirviera con gracia en los postres: Tartas de Santiago, frutos secos, algo de turrón...en fín, aprovechando sus características y virtudes. En todo momento, además, el vino se mostraba bebible y en buena forma.
En la copa se presentaba deslumbrante; con un intenso color ambarino y miel.
Esa misma miel en el color, se traslada de manera imponente en la nariz. Además presenta notas de flores y hierbas de infusión. Pasificados (ciruelas pasas, orejones) y algunos higos frescos.
Boca muy dulce, untosa y bastante amplia en el paladar. Hay que mantenerlo bien fresco, pues de lo contrario, el vino cansa con tanto dulzor en la boca. Deja un postgusto cálido de esas frutas que aparecían en la fase nasal.
Quitando importancia al título de la cata, y con un poco de humor, la verdad es que me ha gustado más de lo que pensaba.

Color amarillo dorado, con ligeros reflejos verdosos. Lágrima discreta. En nariz hay levadura, manzana, pan mojado, flor balnca y Mercè dice que hay algo de frescor. Es dulzón, le falta algo de acidez para contrastar, paso rápido, poco recorrido y postgusto ligeramente amargo y con ciertas notas de vainilla y madera que indican la crianza del vino. Excelente RCP ya que estamos hablando de un vino que sale a menos de 3 EUR. Bona feina!