Magistral shiraz, frescura frutal.

Comentario

Que decir que ya no se haya escrito de esta bodega, del trabajo que llevan realizando desde que su Santa Rosa saltara a la fama por su calidad. Dando paso al gran público para poder descubrir esta bodega, y ese es el calificativo que muestro como más adecuado, "Bodega por descubrir" una bodega familiar, que respeta sus tierras y así lo demuestran sus elaboraciones. Personalmente considero al Shiraz de Enrique Mendoza como una de las mejores elaboraciones de este país, año tras año lo demuestran sus vinos, presentes de terruño y con acento marcado de la añada.

Cata

Visual imponente, los años no le afecta, continúa su buena intensidad. Tras sus cuatro años de permanencia en botella, el vino pide una leve oxigenación previa, de inicio aparecen sensaciones de bosque umbrío, dando paso a una paseo floral -propio del varietal. Aunque se muestra cerrado con un velo de especias y notas de regaliz, inentan cubrir su esencia. Tras unos minutos... explosiona este magistral shiraz, la fruta roja madura, golosa, se recrea muy bien acompañado por notas de flores azules que le aporta una pincelada al conjunto. Al unísono es acompañado por ligeros apuntes cítricos de naranja que le aportan su nota más predominante "la frescura frutal". En boca se reproduce y esculpe esta delicia, con acidez suficiente para continuar el afinamiento que sus taninos aún producen en boca, con ligero amargor que no desentona en absoluto. Muy buen final y un postgusto repleto de la esencia de este varietal.