Personalidad aromática espléndida, con intensidad balsámica y delicadeza

Personalidad aromática espléndida, con intensidad balsámica y delicadeza infantil al mismo tiempo. La fruta del bosque ( moras y frambuesas ) es muy fina y tiene un toque de caramelización excelente, bañándose con sensaciones torrefactas y de regaliz balsámico, a las que se le une una magnifica expresión mineral de canto rodado. Hay mentoles y lácticos muy definidos, con un recuerdo de bosque verde, hojarasca, helecho, corteza, tinta china, mina de lápiz, tabaco, tierra, tostados y atisbos vegetales. Noto lo que los años y la botella pueden conseguir perfilar en la nariz de este vino. En boca se muestra carnoso, con presencia y cierta astringencia vegetal – frutal, tiene cuerpo de buena textura ( aún por afinar ), evolución donde sale la fruta negra pequeña con ciertas características torrefactas y de cacao verde. Retronasal inicialmente empireumática y con notas balsamicas de hojarasca verde. Largo posgusto de leve amargosidad percibiéndose en su final un leve toque especiado sacudido por una buena acidez. Uno de los grandes, perfectamente preparado para su desarrollo en los próximos 30 años, hoy es solo un fiel reflejo de lo que tiene que llegar a ser.

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