Hay que tener paciencia y darle tiempo.

No esperaba encontrarme ésta añada en tan buenas condiciones pero hay que tener pacienda para que ofrezca sus bondades. Nada más abrir la botella, un primer golpe de madera te inunda la nariz, así que habia que dejarlo tranquilo y se fuese aireando poco a poco. Tras más de una hora abierto y tras su decantación, encuentro un picota granatoso, con ribete teja y de buena capa, con una excelente estructura, equilibrado, redondo, muy sabroso, frutal, con una entrada en boca potente pero elegante y paso sedoso, con un final muy largo y de persistencia muy agradable.
En nariz cambio radical desde apertura de la botella, es una gozada, muy expresivo y buena complejidad, con frutos maduros en confitura, tostados finos, regaliz, torrefacto, puro moro de barra y un fondo mineral.
Pienso que aguantara bastante bien algún tiempo más y podré disfrutar las cinco botellas que me quedan.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar