Oro intenso, detellos dorados y sensación oleosa. <strong>Nariz</strong

Oro intenso, detellos dorados y sensación oleosa.

Nariz muy intensa y volátil, aguarrás, disolventes que desaparecen para dejar unas notas florales: violetas, minerales: azufre, melocotón maduro y toques a albaricoque. Muy elegante y equilibrada, se ve muy joven.

En boca ya impresiona, suave, sensación aceitosa de peso. Con un sublime equilibrio dulzor-acidez, que no satura para nada. Efectivamente esto es un infanticidio en todo regla, ya que el tiempo para beber este vino está mucho más allá en el futuro (2 o 3 décadas).
Gran potencial.

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