Dorado, ribete pajizo, límpido y muy brillante. Sin lágrima apreciable. <

Dorado, ribete pajizo, límpido y muy brillante. Sin lágrima apreciable.

Nariz muy mineral, pólvora seca, granito mojado, algo cerrado todavía, fondo amielado.

En boca presenta una acidez bestial, pero sin desequilibrar. Final de muy larga duración.

Al final de la cata no está abierto todavía. Mucho potencial para la mejora en botella. A destacar lo distinto que es respecto al 1987.

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