Tras 14 años durmiendo... despertó

Color rojo rubí atejado, algo turbio; de ribete con tonos anaranjados; lágrima fina y transparente en copa.
En nariz, ha mantenido decentemente su intensidad y expresividad a pesar del tiempo.
Aromas a madera vieja y tierra húmeda; conforme va reposando y abriéndose, deja ligeras notas balsámicas que se unen a un característico olor a cueros y tabaco.
En boca, entrada ligera y amable. Supongo que el tiempo le ha restado potencia o fuerza en el paladar, demostrando que inició su declive, puede que un tiempo atrás ya.
Decantado un hora antes, y a pesar de tantos años de guarda, ha dejado un grato recuerdo.
D.E.P., querido Conde.