- Si.
- Volvemos a este blanco de Anjou/Layon al cabo de casi dos años.
- Ahí sigue, dorado, con sus notas de miel, con sus notas de higos, con sus notas minerales a tiza y al final con su quedarse y su buena acidez. Después de un tiempo abierto, también da alguna nota ligera a hidorcarburos.
- Muy bien el Loira, y muy bien estos elaboradres "bio", no se porqué será, pero cada día nos gutan más lo que elaboran, los que lo hacen con estas señas "bio"; estos Ménard son muy buenos desde luego.
Color dorado no demasiado intenso. Nariz de una intensidad media, dominada por aromas q recuerdan a miel y a fruta pasificada (pasas, orejones). Al final aparecen matices minerales no demasiado intensos.
En boca se aprecia de nuevo un intenso sabor q recuerda a la miel. Bien estructurado en la boca. De fácil paso por boca y con postgusto largo.
- Es de color dorado con reflejos también dorados y ambar claro; muy brillante; lagrima fina que cae despacio.
- Da mucho en nariz, predomina la miel sobre un fondo mineral, pero no cambia es fiel a su tarjeta de presentación.
- En boca es el primer vino en el que vuelvo a percibir tonos minerales, -muy ligeros-, mina de lapiz; buena acidez; también se nota algo de fondo de madera; equilibrado.
- Lo encontré en Santander, "La ruta del Vino" (al frente Philippe Cesco) por menos de 10 €. Para repetir, seguro.
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