Empezando un lento declive

Picota oscuro. Ribete teja. No es turbio, pero tampoco brilla. Con sedimentos. No es el barrillo del que hablamos otras veces pero dentro de un tiempo lo será. Capa media tirando a alta .
La nariz en un primer momento es algo inexpresiva. Por eso hemos parado y lo hemos decantado durante casi un par de horas. Al final, cerezas, sangre, canela, balsámicos, hojas de sen, bosque, caza, humedad y cueros.
Es en boca donde ya notamos que ha perdido la fuerza que pudiera haber tenido antaño. Bien de acidez, madera ensamblada, poco alcohol y carácter identificable. El problema es que nos hemos bebido riojas de esta misma bodega y el doble de viejos con mucho más vigor.
Final complejo.
Una añada que ha dado de sí todo lo que tenía que dar. Al menos en esta categoría.

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