Sorprendentemente, mantiene el tipo

Corcho de aglomerado y no muy largo pero más que suficiente para su tipología. Sale no muy bañado en vino y huele muy bien.

Visual

Picota cereza de capa media-baja, reflejos algo ocres, ribete cereza-transparente con destellos atejados y reminiscencias azuladas. Limpio, brillante y de buena, ancha y abundante lágrima de lenta caída. (9)

Nariz

De buena intensidad a muchas flores marchitas, fruta roja y negra maduras pero ya tímidas, regaliz, herbáceos, balsámicos, pimienta negra, laurel, algunos hongos, setas y notas vegetales también marchitas. Buena y sorprendente nariz para un vino joven riojano de 16 años en una añada teóricamente floja. (8,3)

Boca

Ataque correcto, sequísimo, aún con algo de fruta madura y buena frescura, acidez media-alta que lo sostiene, redondo, con buen equilibrio, con ciertas dosis de elegancia; taninos ricos pero con verdores ligeros en mucosas aún existentes que nunca se redondearán en botella. Buen paso por boca. Final de buena longitud para su tipología con herbáceo, mentolados, especias y algo de fruta negra en un buen retrogusto; en vía retronasal aparecen además balsámicos, setas, flores ajadas y vegetales algo pasados que lo redondean razonablemente bien. (8,2)

Sorpresa la de un vino joven riojano que, sin crianza en madera, no estaba pensado para ser bebido pasados tantísimos años y que, aún así, aguanta como un jabato, mantiene el tipo en todas sus fases y, aunque sin alardes, está aún algo más que correcto y es placentero de beber.

Excelente RCP para los 3€ y pico que costaría en su día.

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