Picota bien cubierto y violeta. Da en la nariz cierto caramelo de madera

Picota bien cubierto y violeta. Da en la nariz cierto caramelo de madera nueva muy tostada, pero sale una muy buena fruta al trabajar la copa. Regaliz, mentol, minerales y un aire atabacado muy burdeos. En boca se presenta un poco grosero y secante, pecado de infanticidio. Necesita redondearse e irse encajando, pero muestra un gran potencial, afrutado y limpio, con un buen catálogo de sensaciones de sabor (fruta negra, bosque, madera, hongos, especias, hierbas aromáticas, menta, regaliz, cacao amargo...) La copa seca denota de nuevo la madera en forma aroma de café tostado.
Con la cena (manitas de cerdo en salsa picante de tomate y pimentón) se desenvolvía con soltura ofreciendo su lado más goloso.
Muy buen vino para su precio (alrededor de 18 euros), pero hay que esperarlo al menos un par de años.

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