Nariz intensa y muy balsámica, con anís, mermelada de ciruela negra, hoja de tabaco, humo y notas minerales. Al rato aparece la hojarasca y piedra triturada; también especias como la pimienta negra y la nuez moscada. Un festival.

En boca entra untuoso, con buen cuerpo pero sin llegar a cremoso. Ni una arista: tanino y alcohol completamente integrados en un vino sedoso con retrogusto de cacaos y minerales. Equilibrio total. Llena toda la boca y con buena permanencia.

Este Descendant está compuesto en un 92% de Shiraz y 8% de Viognier. La Viognier lo aligera y le da acidez en comparación con el Torbreck The Factor del mismo año que caté hace un par de días. Si al The Factor 2005 lo veía ya en caída por falta de acidez, este Descendant no me preocuparía guardarlo un par de años más: no mejorará más (ni falta que le hace) pero se mantendrá algún tiempo.

Como dato curioso, el nombre de este vino viene de que los viñedos proceden de injertos de las viñas del famoso Runrig, uno de los buques insignia de Torbreck (y uno de los poquísimos vinos australianos que han recibido 100 puntos Parker). Adicionalmente, la fermentación la realiza en barricas de roble previamente utilizadas durante dos años y medio en la elaboración del Runrig.

No es barato, pero es que esto es de las mejores Shiraz que pueden encontrarse, por lo que me parece una buena RCP.