Algo así será difícil de volver a probar, el mejor Amarone que he probado en mi vida y además con la guarda mínima adecuada para este estilo de vino. Microproducción de Marco Conati en el sótano de su propia casa, con una capacidad total de producción de la bodega de 9000 botellas/año repartidas en sus 4 DO Valpolicella y uno más de autor bajo la IGT Veneto. Sin duda este el mejor para mi gusto, intensidad alta, persistencia infinita, y un equilibrio magistral que camufla a la perfección su alta graduación (16,5º) y que te permite tomarlo desde el aperitivo hasta el postre con chocolate negro (Mamma mia!). Tengo la sensación de que me han jodido la vida porque después de este, ningún otro Amarone ha vuelto a ser lo mismo, ni posiblemente lo será ya… Así que mi consejo es que no lo probéis, porque hay pocas botellas y no quiero joderos la vida a vosotros también