Cuerpos de muchachos suspendidos, un columpio para adultos, estampas de parajes que quitan el sollozo, tierras que provocan movimientos compulsivos y convulsivos, suspiros infinitos, sustos sin sentido, los espasmos más tiernos de la flora y la fauna, labios azulados que tiemblan, gritos en medio de un plácido canturreo, pasión por un territorio heróico.

Desfiladero del río Sil, abundancia impetuosa, sospechosa capacidad de superación, insigne generación de admirables hombres valientes, visionarios con ilusión que pintaron un sueño sobre papeles en blanco, intrépidas almas descosidas.

Aguja de cabeza vacía atravesada por una lanza de hilos policromados, boliche de uvas: mencía, garnacha, palomino y brancellao; sustancia divina bebida en un casquete metálico que protege del dolor, un chorrito generoso de vino que te devuelve el calor.

Color rojo cereza con el ribete púrpura, de capa media-alta, limpio y brillante.

En nariz es muy expresivo, aroma punzante de laca de uñas, chupada balsámica, carboncillo de madera fina cocida; entonces aparece la fruta roja fresca, fresa ácida, ciruela de fraile rojo y granada con un punto licoroso de madroño; de perfil herbáceo.

En boca tiene una entrada fresca y mentolada, amargor controlada y taninos apasionados, impulso sofocado con el paso en boca, goloso y con peso, vianda picante que muerde la punta de la lengua, cosquilla esbelta, con temperamento, enérgico y estructural.