Historia viva riojana

Regalo de mi querido Indiana. Botella con óptimo estado de líquido y buen color. Etiqueta manchada pero no dañada. El corcho ha salido en dos veces y sin desmenuzarse.

Picota oscuro, capa baja, sin barrillo, con una cierta luz y sin suciedades añadidas.

Aromas al principio algo cerrados y con dejes decadentes. Sin defectos, pero más planos de lo que al final han resultado ser. Afortunadamente, y sin haber sido necesario airearlo, se ha ido abriendo y se ha tornado más accesible y también más juvenil. Fruta negra no demasiado licorosa, un pelín de arrope, humo de puro, madera vieja que no está húmeda, especias punzantes, mina de lápiz, un toque salino…

Boca fina, sin esas gorduras que son fruto del antociano caído, con acidez y aún con un alcohol patente. El tanino agarra. Y beberlo, qué quieren que les diga, es una delicia.

Final de vino viejo.

Uno de los tintos que bebían nuestros padres. Historia viva riojana.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar