Bodegas Barrero, singular mixtura, como la de los ojos con las lágrimas, como la de los gritos con los suspiros; entorno de barrio, del barrio bajo, vida callejera, playa, embate, Sanlúcar de Barrameda, Sánchez Ayala, Pedro Romero, salitre, salino albino.

Gabriela germina en el "Pago Balbaína Alta", el misterio infinito de un viejo amor que proviene de este paraje con un número indeterminado de viñedos, "Las Cañas" y "La Soledad"; melancolía al borde de un torrente florido, hipocondría que seca la tierra y enfría las aguas, catedrales bañadas de mar, si uno nace mar es sal, arboladuras terrestres que cobijan gotas de rocío vinoso, sueños blancos.

"En Rama", fuego de llama, esencia al natural, libre, no sujeto a la manufactura final, gotas de elixir exentas de atravesar conductos capilares ni mangas de trapo; divina turbidez, calima líquida encarcelada en un cuerpo quebradizo, satinados matices de color dorado, cometas de brillo en suspensión.

Color amarillo dorado con el ribete de oro blanco, limpio y brillante.

En nariz destacan aromas salinos, de yodo y de dados de caldo; estas notas se combinan con aromas de flores blancas, almendras tostadas, polvo de tocador, yeso y cal.

En boca es muy seco y directo, untuoso, salino, voluminoso, con peso, algo amargo y muy persistente.