Shafer Red Shoulder Ranch Chardonnay 2018

¿Cuál es el turrón más caro del mundo? En el terruño de la actual Shafer se hace vino desde 1880, primera bocanada de éxito en Napa Valley, vinos para quitar la sed a personas de San Francisco y Dios sabe a cuántos animales. A partir de ahí se exportó por las 50 estrellas. aquellos pioneros llevaban las mejillas pintadas con 13 rayas rojas, era gente con coraje y valientía; la frente grabada con 13 rayas de color blanco: pureza e inocencia; los ojos y la boca maquillados de azul: vigilancia, perseverancia y justicia.

Incluso durante la oscura época de la ley seca de productos embriagantes se siguieron cultivando los campos de uva, dicen las malas lenguas que se seguía elaborando vino secreto para animales voladores, ni asnos ni bestias.

La familia Shafer compró el rancho en los maravillosos 70, marcados por la muerte de Elvis y Jimi Hendrix, la furia de la música disco y las plantaciones de Cabernet Sauvignon en Napa Valley. Durante las próximas décadas se fue fraguando el estilo característico de la casa: elegancia, riqueza y equilibrio.

Red Shoulder Ranch Chardonnay es un vino que lleva el sello de la viña de donde nace, cepas que se extienden a lo largo de las pastorales colinas de Carneros, un lugar donde el Valle de Napa se encuentra con el lado más al norte de la Bahía de San Francisco; el viñedo recibe su nombre en honor a los halcones de hombros rojos, pájaros carniceros que llevan a raya a toda la fauna solo con sus ojos rapaces de mirada intensa y penetrante. La fe es una paloma, la duda un halcón.

La racionalidad de los datos, 75% barrica nueva de roble francés durante 14 meses, 25% de frío acero inoxidable, 15 meses jugando a brazos de las madres, negación de la fermentación maloláctica. ¡Shaggy! ¡Boombastic! ¡No malolactic! ¡Call me fantastic!

Color amarillo pajizo con el ribete de oro blanco, limpio y muy brillante.

En nariz es un espectáculo de fuegos frutales, frutas blancas y amarillas, pera limonera, manzana al horno, melocotón, albaricoque, piña a la brasa y toques cítricos de mandarina y bergamota; en otro plano podemos encontrar notas de golosinas de jengibre, galletas de lotus y un trasfondo de especias de haba tonka.

En boca tiene una entrada fresca y abultada, textura granulosa, es un vino delicioso y rico, buena acidez, elegancia y potencia a partes iguales, un vino tiene de todo pero en su justa medida, una delicia.