Hoy nos vamos a dar un homenaje en el restaurante La Suculenta de Benicasim y nos encomendamos a nuestro buen amigo el Chef Jorge Lengua que nos ha preparado una sorpresita. Para el primer paso nos saca esta manzanilla fina que nos sirve a unos 7°C, bien fresquita.
VISUAL: Su color es ambarino con reflejos dorados y con ciertas tonalidades anaranjadas. Brillante, limpio y cristalino (92).
OLFATIVA: A copa parada encontramos recuerdos de marisco fresco y notas minerales de canto rodado y albariza. Agitamos y asoman aromas frutales de manzana verde y pomelo, junto con algún puntito más exótico de tamarindo y un toquecito de almendras amargas. También hay panadería, pan brioche, mantequilla... junto con unos sutiles apuntes tostaditos de fondo de gran elegancia. Compleja y de intensidad media (89).
GUSTATIVA: En boca transmite mucha frescura. Paso por boca seco, ligeramente alcohólico, con un puntito oxidativo de gran tipicidad. Aromas retronasales herbales, como anisados, dando paso a un post-gusto intenso, con notas de marisco fresco a flor de piel y con su toquecito mineral punzante, de marcada salinidad. Finalmente nos deleita con recuerdos de avellanas tostadas y con un puntito cítrico alimonado de gran frescura. Interesante manzanilla fina, fresca y compleja (89).
La RCP atendiendo a su precio en tiendas en torno a los 14 euros, me parece muy buena.
MARIDAJE: Empezamos con unas croquetas de jamón ibérico y unas galletitas de orégano rellenas de tartar de jamón y vaca madurada. Jorge nos cuenta que en el segundo paso empezamos un viaje a Cádiz, a la Taberna Casa Manteca en concreto. El plato se trata de una representación de la propia Taberna hecha con cartón y madera en donde se colocan estratégicamente cuatro pequeñas preparaciones, muy ingenioso y muy realista también. La primera tapita es una recreación del queso de cabra payoya típico de la zona que se sirve con mermelada de espárragos verdes. La versión de Jorge es una lámina de nabo rellena de crema de queso de cabra payoya y una puntita de triguero a la plancha. La segunda tapita es una versión de las "papas aliñás", y se trata de un ñoqui de patata frito aliñado con mucho vinagre y aceite de oliva, cebolla tierna y un poco de perejil. En tercer lugar nos presenta una versión de un "mollete de pringá", canapé de pan brioche relleno de guiso de pringá con un toquecito de mostaza. Y por último una versión del gazpacho de zanahoria encominá, un vasito de licuado de zanahoria y con trocitos de aceitunas aliñadas y atún marinado. Espectacular forma de empezar la comida, con una manzanilla fina exquisita que armonizó espectacularmente todos y cada una de las cuatro tapitas. Qué manera de disfrutar amigos!! Y que viva Cádiz!!
Salud-os!!