Nos han invitado a un fabuloso restaurante de Cuenca (EC) unos amigos españoles. Me dejan elegir el vino y veo en la carta este monovarietal de malbec argentino con 10 meses de crianza, y como no lo había probado, pues me decido a pedirlo. Nos lo sacan atemperado de su vinoteca, lo abren, esperamos unos 20 minutos y nos sirven a unos 17°C para su valoración.

VISUAL: De color rojo picota con reflejos violáceos, de capa media, con un estrecho ribete en tonalidades cardenalicias, muy brillante. De lágrima abundante, fina y transparente (87).

OLFATIVA: Aromas frutales de entrada, arándano, moras, fresas y ciruela negra. Enseguida desprende fragancias de flores azules junto con notas especiadas avainilladas. Con un puntito achocolatado de fondo que se entremezcla con matices de ebanistería fina y sutiles tostados de gran elegancia. De intensidad media (88).

GUSTATIVA: Buena pegada, de alta acidez pero sin estridencias. Amplio, licoroso y sabroso en su paso por boca, con claras notas de frutos del bosque y desprendiendo aromas retronasales de violetas. Post-gusto de cierta carnosidad, con los taninos marcados, a medio pulir, en donde se perciben apuntes de frambuesa intensos, así como un puntito de cacao y un sutil atisbo amaderado. Persiste en boca un minuto y 45 segundos. Fresco malbec, con vida por delante (88).

La RCP atendiendo a su precio en tiendas (unos 14 euros), me parece buena.

MARIDAJE: De primero nos sacaron una tabla de embutidos variados. De segundo acompañó un fantástico magret de pato en salsa de frutos del bosque. Acertadísimo maridaje, en especial con el pato. Frutosidad por ambos lados y una acidez que armonizó a la perfección con los apuntes cárnicos y sanguíneos de la carne. Una gozada amigos y de nuevo en maravillosa compañía.

Salud-os!!