De impecable factura este 2017 de Produttori. No en vano es el mejor pago junto con Asili. Acidez, tanino (contenido), alcohol (que aunque marca 14.5º también está contenido), tensión, verticalidad, limpieza material y también de aromas, registros tanto en nariz como en boca plenamente identificables (flores rojas, mora, grosella, bosque, pimienta, mentolados y balsámicos, algo de caza, piedras, etc.), profundidad, elegancia, complejidad, largura… En definitiva, una nebbiolo increíble. Increíble como pocas. Dicho lo cual, empiezo a estar ya cansado de la paulatina, pero incesante “borgoñización” de muchos grandes vinos de zonas diversas. No me apetece poner ejemplos ahora, otro día lo haré. Simplemente quiero reseñar, que cuando empezaba a beber barolos y barbarescos (mucho Aldo Conterno hace 12 ó 15 años, benditos tiempos), los vinos eran naranjas, terrosos, mucho más sucios y con una trama mucho más carnosa. Se está optando por la delgadez muchas veces antinatural, anti tradicional y también anti cambio climático (se están sacando tintos de 15º mucho más frágiles de color que hace 40 años, cuando el grado alcohólico era de 12º porque hacía mucho más frío), afilando las astas de los toros (metafóricamente hablando, aunque en esta región zamorana también lo he notado), en pos de halagar a un público voluble, pero sobre todo inculto.