Vamos con este Riesling de la Mosela. Grandes recuerdos de esa tierra, uno de mis primeros destinos laborales, por la zona de Koblenz, preciosos paisajes, terrazas únicas de pizarra y esquistos. De hecho este Riesling también lleva el sobrenombre de Steillagen, que significa pendientes pronunciadas, donde crece el vino. Decir que ha sido galardonado con las máximas calificaciones por el Ministerio de Agricultura y Viticultura en la presentación federal en Koblenz Renania Palatinado. Pero vamos a lo nuestro. Sacamos la botella de la nevera, la abrimos y esperamos unos 20 minutos antes de proceder con su valoración a 11°C. Tapón de rosca.

VISUAL: Color amarillo pajizo yendo hacia las tonalidades oro, muy brillante. Su lágrima es escasa, gruesa y transparente (91).

OLFATIVA: Desprende aromas de fruta con hueso, a melocotón, albaricoque y ciruela amarilla. Al rato encontramos notas de membrillo junto con toques especiados dulzones de vainilla y crema inglesa. Sorprende la dulzura de los aromas, con un puntito de caramelo de albaricoque y un cierto recuerdo cítrico de naranja. De intensidad media (88).

GUSTATIVA: Cremoso y amable de entrada, de alta acidez y gran amplitud, llenando el paladar de frutosidad y de notas cítricas de naranja y limón, fantástico, esos cinco añitos en botella le han sentado genial. En retronasal asoman fragancias de azahar, medio florales medio cítricas, mientras que el post-gusto se nos antoja frutoso mostrando toda una pátina de sabores: fruta blanca como la manzana verde y la pera conferencia, fruta tropical, piña, maracuyá y tamarindo, la verdad, brutal su complejidad. Cremoso y amable, muy placentero. Increíble que en esas pendientes pizarrosas que ví en directo, se puedan cultivar esos viñedos de Riesling. La espera para que la botrytis obre el milagro ha valido la pena. Frutoso, cítrico y avainillado, rico, rico (90). Persiste sobre un minuto y medio en boca.

La RCP atendiendo a que nos costó 11 euros me parece muy buena. 

MARIDAJE: Abrimos la botella con un delicioso salmón plancha al eneldo. Otro día acompañó un marmitako de albacora, y nos lo terminamos con unas tostas de salmón ahumado y huevas de mújol. Exquisito en todos los maridajes, aunque destacaremos el del último día. Las notas ahumadas y salinas armonizaron maravillosamente con la tremenda frutosidad de nuestro Riesling. 

VIDEOCATA:  https://youtu.be/DCbGMGt8AIA

Salud-os!!

Un riesling básico, pero muy rico elaborado en el valle del Mosela. Color blanco suave y brillante. En nariz aromas suaves con un toque a hidrocarburos propio de la variedad. En boca muy suave, con una suave acidez y una fina dulzura. Muy rico. Cada vez me gustan más estos rieslings secos muy propios para el verano y para acompañar las comidas de pescados.