De nuevo en el restaurante "La Suculenta" de Benicasim, cena despedida de verano con tres matrimonios, grandes y buenos amigos. Nos pedimos este vino para toda la cena y cayeron tres botellazas. Lo sacaron de la vinoteca y esperamos unos 20 minutos antes de proceder con su valoración a unos 10°C.

VISUAL: De color amarillo pajizo con reflejos dorados. Muy brillante y luminoso. Lágrima abundante, rápida y esbelta (87).

OLFATIVA: Los primeros aromas que encontramos son de fruta blanca (manzana verde) y con hueso (albaricoque). Al rato emanan fragancias herbáceas de heno húmedo, algún cítrico (ralladura de limón) con un toquecito floral de jazmín. Final de recuerdo lácteo, como a mantequilla en pomada. Buena complejidad de intensidad media-baja (86).

GUSTATIVA: Con un buen ataque, alta acidez y gran amplitud. Sensaciones de frescura en su paso por boca, con aromas retronasales cítricos marcados. Post-gusto frutoso en donde aparece el mango, el melocotón y la ciruela amarilla. Fondo lácteo, amable y de cierta salinidad. Nos da una persistencia de 1 minuto y 50 segundos. Rico albariño que reconozco, desconocía por completo. Rozando el sobresaliente (89).

La RCP atendiendo a su precio en tiendas (14 euros), la considero buena.

MARIDAJE: Otro festival más con el gran Chef Jordi en la Suculenta. Platos para compartir: Ensalada de higos, almendras y parmesano, una jugosa tortilla de cocotxas, un rico tártar de tuétano de vaca, unas gulas de tierra con huevos, una tarta de queso y finalmente unos brownies de caramelo y nueces. Con la tortilla de cocotxas fue un maridaje excepcional con apuntes salinos por ambas partes en perfecta armonía, aunque debo decir que con la tarta de queso también lo disfrutamos muchísimo. Sensacional velada con geniales amigos. No pido más!.

Salud-os!!