Una cabeza que llegará más alto

Porque crecerá con un poco más de tiempo y creo que nos dará más alegrías.

La botella tiene un diseño sencillo, con la información justa y una aclaración de lo que es cabeza de Cuba. La contraetiqueta tiene un color de tipografía que no se distingue demasiado bien si no tienes una buena luminosidad.

Corcho de buena calidad.

Color picota brillante, con un ribete granatoso de capa media- alta. Lágrima densa y ancha.

En nariz me encuentro fruta roja jugosa, ligeramente especiada, toques de fina madera y licor. Eso nada más comenzar. Flores, notas cárnicas ligeras, laurel, tomillo, pimienta negra, nuez moscada... Empieza encogido. Le sigo encontrando más fruta roja y, ahora, toques de bollería dulce. Eucalipto, toques de tierra húmeda, laca de uñas, cacao y coco y notas vegetales que me surgen ahora. Los tostados son finos y están bien integrados.

Aparecen ahora como notas de tabaco y la fruta se vuelve más especiada. Se imponen los toques dulces y la tarta al whisky.

A temperatura alta, en boca aparecen los mentolados, un toque licoroso y las notas vegetales. Postgusto ligeramente especiado y floral.

Ya más baja la temperatura, la fruta roja y las especias aparecen tímidas, con balsámicos, flores y suaves tostados. Buenos amargores y acidez, con un tanino rugosete y una madera muy de fondo. Es cremosete (como la tarta al whisky xD), con un postgusto suave, pero duradero. Flores, matorral mediterráneo, pimienta negra y clavo y esa deliciosa acidez... Le falta explotar me da a mí.

Es un vino que se muestra tímido, que le falta dar más de sí mismo, pero creo que tiene fruta y acidez para seguir creciendo. Igual está un poco mudo ahora, pero espero que crezca.