Brutal vino dulce de Tokaj con una acidez tremenda y muy joven

Botella borgoñona de barriga ancha característica de este vino en formato 500 ml.

Escudo de la bodega grabado en vidrio en la parte superior delantera de la botella.

Etiquetado clásico-moderno de este vino con excelente descripción sobre el mismo.

Cápsula blanco hueso que sale perfecta con la mano a presión.

Corcho natural de gran calidad, anchura y muy buena longitud apenas bañado en vino por el interior. Huele muy bien.

Visual

Dorado pálido algo oscuro ya, limpio, límpido, brillante y de muy buena lágrima, fina y de lenta caída.

Precioso vino, corcho y presentación. (9,5)

Nariz

De gran intensidad a fruta blanca muy madura (melocotón, albaricoque), hay melón carrizales, manzana, pera madura, cítricos muy maduros (mandarina, naranja sanguina, pomelo), mieles, algarroba, orejones, frutas pasificadas, mentolados, herbáceos, cantos rodados húmedos, mineralidad y un fondo tostado de madera de gran calidad.

Olfativa espectacular. De vino dulce muy complejo y que que aventura una frescura, acidez espectaculares. (9,7)

Boca

Ataque fresco y frutal, sabroso, amielado, de gran acidez, controladamente dulce y sin empalagar, densidad notable, volumen amplio pero, a la vez, vertical en boca, de buen cuerpo, graso y cremoso y muy buena estructura.

El paso por boca es espectacular: dulce y amielado en su justa medida, de gran acidez, muy mineral, elegante, aterciopelado y que, aunque está fantástico, mejorará con más años en botella.

El final es colosal: eterno, dulce pero con una acidez cítrica tremenda, de gran mineralidad, elegancia, cremosidad y toques grasos en un postgusto y retronasal espectaculares (9,75)

Vinazo dulce de gran clase mundial este Tokaj Oremus 6 Puttonyos de la añada 2013.

En gran momento pero con larga vida de muchos años (con los que aún podrá integrarse, más si cabe, el conjunto

Su PVP normal ronda, en 50 cl, los 75€. 

Es un precio bastante elevado pero, dadas sus características, creo que la RCP es bastante buena para lo que ofrece.

Es un vino que, bien conservado, es de muy larga vida (yo diría que casi eterno) por la acidez y el nivel de azúcar residual tan bien ensamblados pero que le van a dar lustros y décadas de potencial aguante y evolución en botella.