Miguel Ángel de Gregorio no se preocupa de las clasificaciones de la DOca Rioja : cría su tinto en barricas de roble durante catorce meses y punto. Veinte años de guarda en bodega hicieron el resto.

          De color rojo oscuro, profundo, exhala perfumes de jugo de zarzamoras, de tarta de arándanos, de tinta china, de silla de montar, de madera de cedro y de tabaco de Virginia. Serio y vivaz, con potencia y gran equilibrio, ofrece una hermosa redondez, muestra carácter, buena estructura y la adecuada madurez. No carece de potencia ni de elegancia. Hay un derroche de sabores a cerezas compotadas, a fresas sobremaduras, a higos semisecos, a pimienta negra, a clavo, a paloduz y discernímos un matiz de mina de lápiz y una nota terrosa en el final de boca. No se notan el alcohol ni siquiera los taninos sedosísimos. El buen nivel de acidez subraya muy agradablemente el conjunto.

         El modernismo clásico requiere un buen conocimiento vinícola de los tintos riojanos : el talentoso enólogo , " el niño terrible " de Briones, está nutrido de referencias : conoce como la palma de la mano los vinos harenses del Barrio de la Estación - Viña Tondonia, La Rioja Alta, la C.V.N.E. : es un axioma que existe siempre, la singularidad es un asunto de cultura. Indiferente al éxito, la propiedad familiar sigue una estrategia de precios bajos. ( PVP : 13 € )