Reconozco que compré este vino por su altísima puntuación recibida en las guías y con un precio más o menos razonable. Se trata de una bobal de la DO Manchuela acompañada por un 15% de una variedad totalmente nueva para mí, la "moravia agria"... Leemos que tras muchas pruebas en la bodega, este coupage 85-15 fue el elegido. Nos encanta descubrir estas nuevas viníferas, veremos el resultado. Abrimos la botella y dejamos respirar por espacio de una hora y cuarto antes de proceder con su valoración a 17.5°C. Tapón correcto, tintado unos 2 mms desde su base y muy compacto.
VISUAL: De capa muy baja, color rojo cereza con reflejos rubí. Brillante, cristalino y de lágrima escasa, gruesa, densa y transparente. La verdad es que descoloca esa baja capa... (84)
OLFATIVA: Sorprende su punto floral y mineral. Encontramos rosas marchitas y un toque arcilloso bastante marcado. Agitamos y asoman fragancias de fruta en sazón, con apuntes de orejones y fruta escarchada. También hay notas de guindas en licor, pero se intuye un descriptor que no somos capaces de perfilar, entre agrio, frutos secos, cointreau y amareto, medio cítrico... Curioso matiz, pero no lo asocio, parece mezcla de fruto seco y ralladura de naranja. También hay algo de madera, de ebanistería fina en concreto, pero nos quedamos con ese misterioso aroma que no somos capaces de identificar. Al final hay un recuerdo entre especiado y terciario, incluso un puntito a pipí de gato (como si de una sauvignon blanc se tratase). Misterioso descriptor que le sube la nota. Sobresaliente complejidad y de intensidad alta (95).
GUSTATIVA: Boca muy equilibrada y delicada, de acidez media al principio, viniéndose arriba tras el primer sorbo. Los taninos dulcificados de entrada y creciendo con el tiempo. Seco y marcadamente mineral en su paso por boca, y curiosamente, pese a su baja graduación (12.5%), se muestra licoroso. Equilibrado, delicado y sorprendente, una bobal para nada al uso, sin duda modificada por la moravia agria, muy mineral, con notas calcáreas y de canto rodado. En retronasal nos viene algún toque herbáceo de tomillo y manzanilla. Post-gusto delicioso, con más notas minerales. Vino redondito, con vida por delante y con los taninos ave fénix. Al principio casi no existen, entra como el agua, brutal su amabilidad, pero enseguida asoma la astringencia que le aportan. Magnífico y lo mejor... sorprendente!!. Un vino innovador, me descoloca y me encanta (96).
La RCP la dejaremos en buena. Nos costó 37 euros la botella.
MARIDAJE: Abrimos la botella con una pechuga de pollo a la naranja con tomillo y ajonjolí. En la segunda ocasión acompañó un solomillo de cerdo en masala sobre salsa de frutos rojos, y nos lo terminamos con unos suculentos fríjoles con manitas de cerdo, costilla, chicharrón y patacón pisao. Destacaremos el maridaje con el pollo, apuntes cárnicos y cítricos en total armonía con el carácter mineral y herbáceo de nuestro vinazo. Gran disfrute, cómo molan estas nuevas variedades y más cuando te sorprenden con descriptores "ocultos". Genial!!
VIDEOCATA: https://youtu.be/45fATbO1y6U
Salud-os!!
Un vino con marcada personalidad, diferente y persuasivo. Muy ligero de capa, color anaranjado salmón. En nariz muestra toda su personalidad. Matices ahumados con fruta roja y leves chuches. Es fino y elegante. Menuda bobal¡¡¡. En boca vuelve a sorprender por su elegancia y ligereza pero mostrando a la vez contundencia y carácter. Largo envuelve. Merec la pena , no había probado nunca una bobal así de elegante y precisa. Lo que la Moravia aporta , lo desconozco, quizás esté aquí su secreto
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