Suscribo lo que escribí hace un año y medio. Todo sigue en su sitio. se trata de un vino floral, especiado, frutal, con algún toque animal y a piedras en nariz y muy sabroso en boca, esa sería la clave. Si quisiéramos ahondar, hablaríamos de un tanino presente aunque no demasiado marcado, de una buena acidez, de una madera tan discreta que hay que salir a su encuentro y de muy poquito alcohol. Tal cual. Y tan bueno.

Lo de que a los grandes productores hay que medirles por sus gamas más humildes, creo que es verdad. Hace poco nos pasaba con otro renombrado elaborador y el resultado fue el opuesto: había que irse a los vinos más altos de la bodega ya no para encontrar grandeza, sino sólo y únicamente buen hacer. Afortunadamente, todavía quedan unos cuantos que hacen las cosas como deben. Hablar de Francesco Rinaldi es hacerlo de uno de los diez mejores productores de todo Piamonte. Este dolcetto no recuerdo haberlo probado antes y me ha parecido de lo mejor que conozco de la zona: moras, frambuesas y grosellas en abundancia, un aporte tánico que no desagrada, nada de madera, alcohol imperceptible, acidez. Un tinto jugoso y de trago largo, clásico en su concepción y a un precio de risa.