Estamos en un restaurante japonés y nos pedimos este monovarietal de chardonnay argentino con una joven crianza. Nos lo sacan atemperado de su vinoteca a unos 9°C y esperamos unos 20 minutos para proceder con su valoración.

VISUAL: De color amarillo pajizo con reflejos verdosos, brillante y cristalino. Con presencia de abundante lágrima, fina y transparente (86).

OLFATIVA: Los primeros aromas que encontramos son frutales, a manzana verde con algo de plátano maduro. También emana fragancias de fruta con hueso (ciruela blanca) con un toquecito de coco. Finalmente asoman sutiles apuntes avainillados muy agradables. Bien en complejidad y con una intensidad media (87).

 GUSTATIVA: Posee una acidez media con una sensación de frescura intensa y cremosito en su paso por boca. Los aromas retronasales son de manzana verde y flor blanca, con recuerdos cítricos (corteza de limón). Post-gusto untuoso con notas avainilladas y con un final mineral muy elegante que persiste durante un minuto y 10 segundos. Rico chardonnay, de cuerpo medio y en un momento excelente de consumo (89).

La RCP atendiendo a su precio en España (12 euros) la dejaremos en buena. En ecuador cuesta unos 16 euros al cambio.

MARIDAJE: Nos pedimos varios platos al medio para compartir. Un Ebi yake amai (langostinos en tempura), un rollito Hokaido crocante (con mero, harusame y huevas de lumpo) en salsa de maracuyá, pulpo y solomillo tataki y un delicioso surtido de sashimi. Nos gustó especialmente el maridaje con el rollito hokaido y esa salsita de maracuyá pues armonizó perfectamente con el puntito frutoso y mineral de nuestro chardonnay. Excelente velada.

Salud-os!!