No ha sido lo que me esperaba encontrar, bodega que años atrás era un referente de la D.O. Rueda y he podido comprobar que cualquier tiempo pasado fué mejor. Pasó a otras manos y ........lo han carrileado.
Vino encerrado en una botella bordelesa que está vestida con una etiqueta colorida y de diseño moderno. El corcho que la cierra es de silicona y en el que no se hace referencia a la bodega, ni a la añada.
A la vista un color amarillo pajizo con ligeras notas verdosas. Limpio y brillante. Fina lágrima que con pereza se desliza por el cáliz de la copa.
En nariz se percibe la varietal junto con frutas cítricas y tropicales (?).
En boca está fresco, fino, frutal y varietal, pero no tiene la corpulencia, sedosidad, elegancia y volumen de antaño. Leve mineralidad y notas de poda. Con una acidez que invita a beber y que le puede dar 1 año en forma. Es un vino largo. Me da una permanencia de 2,00 minutos.
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