No hay manera de poner en la portada la foto de la etiqueta. Se queda solo la contra.
Color amarillo dorado pálido, límpido y brillante.
Es de un rico aroma, claro y profundo, sincero y vivo. Notas de la crianza finas y directas, tan claras como verdaderas. Buen peso frutal, piña, membrillo fresco, manzana reineta madura y de la de Regil, lías, malvavisco y pulpas de cítricos, lima y mandarina. Fondo seco de una rica madurez, hierbas secas, punto vegetal. Me gusta su precisión y claridad, de lo que es y de lo que ha de ser. Hojaldre, avellanas, anís y para terminar y singularizar el conjunto, frescura.
En boca es pura armonía, fresco, vivo y sabroso, carbónico y burbujas fundentes, cremosas y salinas. Buena acidez, jugosa y paladeante, con carácter y estructura, punto serio y de contenido, donde vuelve lo sentido en la nariz, con claridad y precisión, durante largo tiempo.
No hay manera de poner en la portada la foto de la etiqueta. Se queda solo la contra.
Me pienso mucho lo de repetir una nota de cata y eso que han pasado dos años. Pero al leer una y otra, compruebo el cambio y la progresión del vino, quien lejos de perder, consolida y amplifica sus virtudes.
Lo digo, como no, por lo de... y a la semana siguiente, sigue igual, y así hasta las 10.000 notas de cata.
Si no lo digo reviento. De hecho en mi 3.000 notas de cata, voy a sacar el tema.
Un abrazo.
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