Color cereza picota de capa media-alta, ribete granate, brillante. 

Nariz de intensidad media, cueros iniciales, fruta negra madura, especiado sobre fondo de cedro. 

En boca es fresco, fruta negra madura, corpóreo, tacto seco, final especiado y balsámico con notas de cuero de persistencia media.

Hace muchos años que bebí por primera vez éste conocido vino de la familia Torres. Han cambiado el diseño de la etiqueta. Le han hecho más sencillo y modernizado.

      Vino encerrado en una botella borgoñona que está cerrada con un corcho de aglomerado en el que se significa el nombre de la bodega. La cara que está en contacto con el vino está tintada.

     A la vista un color rojo picota de capa media alta. Limpio y brillanre. Con abundante lágrima que con pereza se desplaza por el cáliz de la copa, a la que muy debilmente tinta. Ribete granatoso y rubí.

     En nariz frescas frutas rojas madurando, cerezas y frambuesas.

     En boca es un vino fresco, con un volumen medio (le recordaba más grueso y con mucho más volumen y más carnoso), equilibrado, cálido  y frutal. Taninos domándose y manteniendo una fresca acidez que invita a beber y que le dará varios años más de vida. Ligero monte bajo. Grato y fresco paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia de 2,15minutos.

      No le recordaba así.