Habiendo conocido el rosado de esta misma marca, me decidí a comprar una botella de tinto, para comprobar si iba acorde en calidad con él.

     No ha sido así. Es una decepción. Vino encerrado en una botella bordelesa  que está vestida con una desafortunada etiqueta en su diseño, en la que predomina el color azul eléctrico. Discreto el corcho que la cierra.

     A la vista un color rojo picota de capa media con débiles notas violetas. Ribete rubí y violáceo. Lágrima correcta y lenta en su carrera por el cáliz de la copa.

     En naríz muy discretas frutas rojas madurando, mucho verdor y monte bajo.

     En boca es agraz, es un vino, me atrevo a decir, que de segunda prensada. Poca fruta, viva acidez, mineral y con los taninos por domar. Muy discreto, duro y agraz paso de boca. Menos mal que no es muy largo. Me da una permanencia de 1,30 minutos.

     Vino adquirido a 1,69. Lo dicho. Un vino sin interés.