Esta vivo !!

  La historia de esta botella tiene mucho de humanidad y recuerdos y eso la hizo muy especial.

  Lo bueno es que esperábamos un espumoso sin carbónico y sin vida y nos llevamos una enorme alegría, esta claro que en su momento (hace quizás 20 años) fue diferente a lo que nosotros catamos, pero sin duda tiene mucho merito el que a día de hoy todavía sea disfrutable un champagne con 35 años a sus espaldas.

 La acidez mantiene el esqueleto, naturalmente es vinoso, pero todavía el carbónico tiene alegría, se encuentran notas de frutos secos y fruta amarilla compotada, sutiles notas de tostados y cítricos, notas dulces y minerales. 

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