Anodino pese a tratarse de un de Montille y de ser un 2014. Burbujea algo en boca (me ha pasado otras veces con vinos de la bodega, probablemente tenga que ver con el raspón) pero después se nos queda algo plano en boca. No tiene defectos pero no nos dice prácticamente nada. 
Quizá se encuentre en una fase tonta, pero no debería, la añada es magnífica y aún está joven para que se cierre. Además, de Montille es una de las Casas de referencia en Volnay y siempre se dice que los buenos productores se miden por sus gamas básicas.

Por prudencia, no voy a puntuar.