Botella bordelesa de etiquetado moderno pero austero, con buena información.
Botella nº 11147 de esta añada (no especifica cuántas botellas hace).
Corcho de longitud media-larga, de buena calidad y bañado en vino rojo granate muy claro, por algunas zonas, hasta casi la mitad.
Sin defectos pero con potente aroma a madera.
Abierto 1 hora antes de tomarlo.
Visual
Cereza oscuro-rubí de capa media tirando a media-baja, ribete cereza-transparente con leves destellos granates y algunos también atejados, limpio, brillante, de fina y abundante lágrima, de lenta caída.
Buen packaging y visual para casi 9 años, aunque la capa bastante bajita. El corcho, correcto (8)
Nariz
De muy buena intensidad. De inicio, sin apenas fruta, todo especias, vainilla, regaliz y madera americana por doquier.
Con más aireación, varias horas, aparecen algunos frutos rojos y negros maduros, ahumados, cenizas, flores marchitas, mentolado-balsámicos y algunos herbáceos. La madera deja algo de paso a la fruta pero, en general, se nota que la madera se impone a la fruta (está, esta última, claramente, machacada y ensombrecida).
Nariz agradable pero, a la vez, bastante evolucionada, sin apenas fruta y con un exceso de especias, ahumados y madera que lo domina prácticamente todo. (7,5).
Boca
Ataque potente y de cierta contundencia, con más fruta que en la nariz (aunque tampoco muy abundante), seco, muy fresco y de elevadísima acidez, fluido, sabroso, de medio volumen, cuerpo medio y estructura media-alta.
El paso por boca es agradable, con muchas notas de roble, de taninos con nervio y potentes pero, en general, bien domados.
El final es de bastante longitud, con abundantes notas mentolada-balsámicas, especiadas, herbáceas, con regaliz, vainilla y madera en un postgusto agradable pero donde la fruta, salvo leves guindas en licor, prácticamente no existe; en vía retronasal reaparecen los balsámicos, ahumados, cenizas y madera pero, como digo, de fruta casi nada.
Buena boca, enérgica, de grandísima acidez, potente, fluida y relativamente bien domada y suave en el final, pero con un defecto enorme: muy poca fruta para un Reserva riojano (de Cenicero) de 8 años y medio. La madera tapa la fruta totalmente. (8,2)
Este vino, básicamente, tiene 3 pilares: acidez, especias y madera americana. Se sustenta ahí, pero yo, como quien me acompañó, notamos muchas lagunas, huecos y carencias en el mismo; quizás no ahora, pero sí para guardar unos años más. Por la elevada acidez puede parecer que aguantará muchos años, pero con la madera tan presente, con la fruta tan inexistente y con lo que la bodega dice de "un Reserva para tomar en un plazo corto o medio", me da que este vino no va a envejecer bien.
Reserva acídulo, amaderado, suave y correcto para los que disfruten con ese perfil de vinos clasicotes donde el roble americano lo es todo.
No le veo más de 1-2 años de capacidad de envejecimiento.
Su PVP, sin oferta, ronda los 8-9€, en oferta, por 5-6€ sale. La RCP es buena para lo que ofrece (si te gusta este perfil excesivamente maderoso) pues, junto con Antaño Reserva de García Carrión, creo que es de los Reservas riojanos más baratos que pueden encontrarse.
Tuve otra botella que probé hace 1 año y pico y ni fu ni fa.
Ésta, está mejor, pero no me quedan más y, desde luego, no creo que repita (me gusta la madera pero con mucha más fruta y mejor integrada, a este vino le faltan claramente hechuras).