Hoy abrimos otro Barolo de la añada 1964. El nivel de líquido perfecto, apenas 1 cm por debajo del corcho aunque la etiqueta estaba un tanto envejecida. Botella n° 7.349 de un total de 30.198 producidas. Curioso que la añada esté marcada con números hechos con puntitos troquelados en el papel, es la primera vez que lo veo. Abrimos la botella con el abridor de tijeras y el corcho (que estaba húmedo y tintado en el 100% de su longitud) se nos rompió justo al final aunque conseguimos sacarlo después sin mayores problemas. Lo dejamos respirar por espacio de dos horas y media antes de proceder a valorarlo a 18.5°C. Como curiosidad, los Barolos siempre se recomienda en sus etiquetas tomarlos entre 18 y 20°C y así lo hicimos.

VISUAL: Bonito color rojo cereza, de capa media, con un amplio y brillante ribete entre rosáceo y burdeos. Todavía presenta alguna escasa lágrima, gruesa, lenta y transparente (92).

OLFATIVA: A copa parada emana intensos aromas de montebajo mediterráneo (tomillo y orégano) y a rosas marchitas. Al agitar el líquido asoman notas frutosas de higos secos, fúngicos de boletus edulis, desván, polvorilla, especiados de clavo y pimienta negra, apuntes animales (sanguíneos) con algunos toques de fruta escarchada (naranja). De fondo un perfume amaderado que lo envuelve todo desde un principio, con tostados muy finos, ahumados y muy elegantes. Espectacular su bouquet, de gran complejidad e intensidad media-alta pese a ser un 64!! (94).

GUSTATIVA: En la fase gustativa está desbocado, mama mía qué acidez!!, realmente asombrosa. Los taninos maravillosamente pulidos pero aún presentes, proporcionando carácter y estructura. Muy amplio en el paladar, con un paso por boca untuoso, seco y de cuerpo medio. Los aromas retronasales son fúngicos y de flor marchita. En el post-gusto es tremendo, poderoso, con sabores frutosos de ciruelas pasas, apuntes licorosos de guindas muy marcados y ese toque amaderado tan elegante que es omnipresente en toda la valoración. Nos da una persistencia de casi tres minutos, pero qué tres minutos... uno se embelesa, se queda en babia y no puede sino cerrar los ojos a cada sorbo porque sabe que está ante algo grande y único. Otro Barolo del 64 apoteósico, 56 añitos a cuestas y parece un niño. Aguantará en estado mesetario lo que él quiera... pero hablamos de más de 20 años y sin despeinarse, qué mala bestia amigos!!!. Bodega que no conocía, pero qué vinazos produjo, mama mía!! No deja de asombrarme que los Barolos se comporten tan bien como los Riojas viejunos, pero qué aguante por Dios!! (97).

La RCP en esta compra fue excelente pues lo conseguimos por 22.50 euros, increíble!

MARIDAJE: Nos lo ventilamos en cuatro ágapes. Primero con un risoto de setas y jamón ibérico, después con unas lentejitas, en otra ocasión con unos suculentos entrecottes con ajito y tomillo y nos la terminamos con el surtido de embutido ibérico de los lunes. Destacaremos el maridaje con el risotto pues los apuntes fúngicos y cárnicos del arrocito armonizaron exquisitamente con las notas acompotadas y licorosas de nuestro "peaso" viejuno italiano. Qué delicia amigos!!

Salud-os!!