Proyecto de Silvia Puig, pequeña bodega ( esta si que es de garaje), pequeñas cantidades pero mucha calidad, este vino en concreto 900 botellas de una cariñena plantada en 1919.
Aunque se muestra joven promete mucho, en estos momentos mejor nariz que boca, con mucha mineralidad y algo marcada la licorosidad, es un vino denso y con cuerpo, con los taninos ya casi pulidos. Con un fondo balsámico que ayuda a la frescura, la fruta es negra y predominan las moras y los arandanos, para dejar unos añitos de reposo, sin dudas.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.