Estupenda complejidad, una maravilla.

Rojo cereza de media capa y pequeño ribete ocre anaranjado. Nariz muy fina, con una reducción elegante y sutilmente especiada que va desapareciendo con la aireación, permaneciendo una nota leve empireumática. Hay aromas de frutillos del bosque sobre notitas de hojarasca, de caramelo tostado, fúngicas, humus, tostaditos, torrefactos y final de ciruela negra madura. Con una excelente complejidad terciaria trae recueros de cueros, tierra seca y matices de trastero / desván. Todo con una elegante intensidad que evoca a la mineralidad. En boca es muy rico, de intenciones sápidas y con muy buena acidez que le da viveza al corazón de hueso de ciruela fresca que se percibe en la evolución. Levemente astringente y amargoso deja en el posgusto una agradable sensación tostada – vegetal - frutal. Retronasal elegante, con sensaciones de sotobosque, hojarasca y tostados. Sin lugar a dudas es el Marques de Vargas que hasta la fecha mejor ha evolucionado y más me ha gustado, lástima que era mi última botella. Tan solo se embotellaron 24 mil botellas, creo que fue la cosecha inaugural, lo cual tiene doble merito, pues las primeras veces no sueles ser las mejores.

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Josep_Gallego

    Los Marques de Vargas viejunos están saliendo muy buenos...

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