Botella borgoña de etiquetado moderno de fondo blanco y con varios ciervos en trazo pululando por parte de la misma.

Cierre de corcho de buena longitud y alta calidad (nada de aglomerado) para la tipología de vino. Está bañado por el interior un poco más de lo esperado para un 2017. Huele muy bien.

Visual

Picota oscuro de capa media-alta, ribete cereza-transparente con algún ligero destello granate, limpio, brillante, de fina y abundante lágrima.

Buena visual y buen packaging y corcho. (8,8)

Nariz

De muy buena intensidad a fruta negra madura (pero sin ningún exceso de sobremaduración), flores azules, especias dulces, balsámicos muy poderosos, notable frescura, algunos herbáceos, ligeras notas de laurel y de higos secos y dátiles maduros de fondo.

Excelente nariz, muy buena, intensa, compleja y equilibrada para un vino joven. (9)

Boca

Ataque potente y frutalmente maduro, mentolado, seco, contundencia controlada, un punto licoroso leve que no molesta, densidad media-alta, buena acidez, buen volumen bastante expansivo, carnoso, sabroso, de buen cuerpo y muy buena estructura.

El paso por boca es amable, equilibrado, con un toque goloso y muy balsámico.

El final es de bastante longitud con fruta negra madura, hierbas de monte bajo, mentolados, algunas especias en un postgusto y retronasal muy rico con recuerdos leves a dátiles e higos secos.

Estupenda boca la de este vino joven ecológico de Ramón Izquierdo a sus 2 años de vida. (9,2)

Muy buen vino joven de Monastrell ecológico. En grandísimo momento ahora mismo aunque, viendo sus cualidades, podría envejecer bien todavía un par de años sin demasiada merma de cualidades.

Su PVP ronda 9,50€. Muy buena RCP.