Rojo cereza de capa alta y ribete anaranjado. Matemática y entera nariz encerrada en si misma, con aromas de frutillos rojos frescos, hay caramelos de frambuesas, balsámicos y maderas aromáticas, los terciarios casi ni se intuyen. Alguna notita de tinta china y sanguínea, pero poco más, además de un recuerdo final que se me antoja de violetas y por asociación de frambuesas. En boca es un vino rico, compuesto, con sabores frutales y de unos taninos de la crianza muy bien ensamblados, que deja la sensación de caramelo de fresa con ese toquecito acido y fresco, arropado por unos taninos condensados en la fruta fresca. Posgusto de fruta más pocha y que creo que se diluye con sensaciones vegetales, pero después vuelve para dejar la misma sensación frutal roja y fresca. Un vino rectilíneo, pero en el buen sentido de la expresión, muy bien armado pero que está en una fase de mejoría en botella evidente, carece de evolución terciaria y nada de atisbos oxidativos. Creo que este tipo de vinos necesitarán décadas en botella. Nunca había catado un reserva con este tiempo ( 1998 ) y que estuviese tan entero, y lleva en mi Bodeguita por lo menos 15 años sin tocarse, por ahora.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.