Estupendo vino para disfrutarlo ahora y dentro de 51 años.

Rojo cereza y ribete granate. Nariz de buena tempranillo riojana con esas típicas notas de frutas rojas maduras que evocan a los matices lácticos y frescos balsámicos. Además hay canela, caramelo tostado, leves torrefactos, hierbas aromáticas, aromas calizos y sensaciones de flores blancas algo marchitas. Con la aireación se vislumbran matices terciarios con cueros y fugaces impresiones de la serie animal que serán la alfombra del futuro sensorial del vino tras años en botella. En boca es realmente atractivo, rico, fresco, sabroso en todo lo relacionado con las frutas rojas del bosque y las fresas, que se perciben con peso pocho en el recorrido para llegar hasta un posgusto duradero y con volumen que intenta ser cremoso, dejando cierto matiz amargoso entre el tabaco y lo vegetal, pero también tánico en su final. Me ha encantado y es una de las marcas primeras que empecé a apreciar en mi juventud, cuando tenía unos 18 años. Con la edad, me basta con tener una copa de buen vino en la mano y disfrutar de mis recuerdos, pero sobre todo que te sepa acompañar en los próximos años, como un buen amigo. Este Viña Alberdi será seguro un testigo fiel al que recurrir de aquí hasta que me pongan en pijama de madera, y que sea lo más tarde posible Dios mío, que solo tengo 51 desde mi añada.