Cómo se disfrutan estas joyitas riojanas, nunca nos cansaremos!

Hoy de nuevo ante uno de esos viejunos que nos imponen respeto, un Tête de cuvée de la mítica añada del 64. La botella exteriormente está algo deteriorada en su etiqueta frontal pero el nivel del líquido es correcto, justo en la base del cuello. Lo abrimos con nuestro abridor de lamas y logramos sacar el tapón íntegro. Corcho largo, compacto y tintado en 3/4 partes de su longitud. Dejamos que se oxigenase por espacio de tres horas y realizamos su valoración a 17°C.

VISUAL: De color rojo picota con una capa media-alta y mostrando un amplio ribete en tonos ocre-anaranjados. Limpio y brillante, sin presencia de lágrima (91).

OLFATIVA: A copa parada emana fragancias otoñales, a hojarasca húmeda y castañas asadas. Al agitar el líquido asoman notas de pan de higo y de ciruelas pasas con apuntes de rosas marchitas, regaliz de palo y avellanas tostadas. También apreciamos terciarios de café en grano, caja de puros y ebanistería fina. Bouquet rico en matices y de intensidad media (92).

GUSTATIVA: En boca…guauuuu!!!. Tremendo punch el que demuestra, con una descomunal acidez que intimida de entrada. Sus taninos todavía presentes y surgiendo de menos a más. Buena amplitud, con un paso por boca secante y enérgico. Retronasal con aromas minerales de arcilla húmeda y recuerdos fúngicos. Impresionante su post-gusto, apuntes sanguíneos y de pelo animal, seco y tánico con una persistencia de dos minutos y 45 segundos. Menudo vinazo amigos, en fase olfativa no presagiábamos la boca que íbamos a disfrutar. Qué barbaridad, todo un portento y aunque no sea el mejor 64 disfrutado hasta la fecha, sí hace los honores a esa fantástica añada riojana. Otro viejuno más para el recuerdo (95).

La RCP excelente sin dudarlo. Pagué 23 euros por esta maravilla de vino... chollete...

MARIDAJE: Nos lo tomamos en tres ágapes distintos. El primero con un solomillo de cerdo al tomillo, en el segundo con el surtido de embutidos ibéricos y nos lo terminamos con un platito de parmesano reggiano con aceto vecchio. Magnífico maridaje con la carne de cerdo, apuntes animales por ambos lados totalmente compenetrados. Con los embutidos delicioso también, con la acidez más que suficiente para desgrasar el plato sin despeinarse. Y con el queso y el aceto espectacular, las notas lácteas y dulzonas armonizaron maravillosamente con el puntito mineral y fúngico de nuestro vinazo. Por Dios cómo se disfrutan estas joyitas riojanas, nunca nos cansaremos!

Salud-os!!

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Expatriator69

    Fotos:

    • Nivel de líquido aceptable

      Nivel de líquido aceptable

    • El vino

      El vino

    • En la copa

      En la copa

    • Con el solomillo de cerdo

      Con el solomillo de cerdo

    • Con el embutido ibérico

      Con el embutido ibérico

    • Con el parmesano y el aceto

      Con el parmesano y el aceto

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