Buuuuffffff!!!

Ocho meses después estamos ante otra botella de un majestuoso Valbuena 5° año del cual desconocemos su añada. De nuevo presenta una capucha roja de plomo y la "costura" en el vidrio lo cual la sitúa entre esos mismos años 60´s o primeros 70´s. El nivel de líquido en esta ocasión está justo en la base del cuello, unos 3 cms por debajo del corcho, más bajo que en la botella anterior. Usamos el abridor de lamas y afortunadamente sacamos el tapón íntegro el cual estaba tintado en un 80% de su longitud. Dejamos respirar por espacio de 3 horas y procedimos con su valoración a 18°C.

VISUAL: Espectacular su color rojo picota, de capa alta y con un amplio ribete atejado en tonos ocre-anaranjados. Desde luego nadie diría que ronda los 50 años de edad. Apreciamos una escasa lágrima gruesa, densa y transparente (97).

OLFATIVA: A copa parada asoman notas de pan de higo y uvas pasas así como unos sutiles balsámicos de eucalipto. Brutal después de tres horas abierto!!!. Al agitar el líquido nos deleita con fragancias de bosque otoñal, hojarasca húmeda, fúngicos de trufa negra, hoja de pino y flores marchitas. También despuntan especiados de fenogreco y pimienta negra, herbáceos de té negro y recuerdos viejunos a desván, polvorilla y naftalina. Es un no parar amigos, un desfile interminable de prescriptores a cada acercamiento. Ahora encontramos apuntes terciarios animales de carne cruda y crin de caballo, cuero curtido, caja de puros con un exquisito y delicado fondo de ebanistería fina que amalgama el conjunto. Alucinante en nariz, tremendamente complejo y de intensidad media-alta, quizás un pelín por encima de la última botella, qué bárbaro!! (96).

GUSTATIVA: En boca es una mala bestia, qué poderío señores!! Con la acidez descomunal, corpulento, de gran amplitud y con los taninos maravillosamente pulidos. Paso por boca poderoso, hecho un chaval, con la acidez por bandera y mostrando una ligera carnosidad al tacto. Los aromas retronasales son de flor marchita y fruta negra en compota con atisbos minerales de tierra mojada. Sublime en su complejidad en un épico desfile organoléptico con un post-gusto colosal, elegante y equilibrado, carnosito y licoroso con recuerdos a corteza de naranja, almendras tostadas y duelas envinadas. Qué exquisitez amigos y qué persistencia, de casi cuatro minutos. De nuevo se nos pone esa cara de "tontito" a cada sorbo, se nos cierran los ojitos, pero es que las sensaciones que nos transmite este néctar celestial son afrodisíacas como poco. La verdad es que hemos abierto la botella por si estaba en fase terminal, pero podríamos haber esperado diez años más y seguiría tal cual, espléndido y portentoso. Transcribo: "Buuuuffffff!!! "... es lo que dijo mi amigo Rafa cuando vio la botella... ): (97).

La RCP la mantendremos en excelente. Sacamos esta botella por 48 euros pero visto lo visto fue un regalo.

MARIDAJE: Nos lo tomamos en cuatro ágapes. Primero con unos huevos rotos con jamón ibérico de bellota, luego con unos jugosos bistecs de ternera cuencana al tomillo, después con unas lentejas con manitas y costilla de cerdo y nos la terminamos con un suculento chuletón al romero con pimientos y trigueros. En éste último maridaje de verdad que vimos a los ángeles y arcángeles otra vez. Las notas cárnicas y sanguíneas junto con los apuntes vegetales y herbáceos del plato armonizaron de un modo exquisito con la descomunal acidez y con ese toque licoroso y amaderado de nuestra joyita. Qué botellazas éstas sin añada, había riesgo pero han salido monumentales. Opino lo mismo Rafa... Buuufffff!!. 

Salud-os!!