Así de bien y a gustito te quedas bebiendo este vino, a pesar de su graduación.
Fruta madura compotada, con tomillo, orégano y laurel, balsámicos, toques de guinda en licor, pimienta negra, canela y vainilla, frutos del bosque aún crujientes, toques minerales marcados y algunas notas golosas. El alcohol sólo se nota en esas guindas y cuando sube de más la temperatura. Pero a pesar de su madurez, es una nariz que aún conserva una buena carga de frescura.
La boca tiene cuerpo, con una acidez aún viva, fruta madura, con toques cítricos en boca, suaves notas de bollería, especias picantes y dulces, mineralidad y esos toques de matorral. Es intensa, con notas florales, ese deje de guinda en licor cálido, pero nada molesto. Tiene un postgusto largo y con toques de mermelada y balsámicos. Tanino totalmente sedoso.
Está en un momento muy muy bueno de consumo y con una excelente complejidad. Recomendaría tomarlo con una temperatura ambiente más baja que en agosto, porque se hacía difícil mantener la temperatura de consumo.
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