100 % estilo Muga, un Rolls Royce para disfrutarlo en las próximas décadas.

Rojo picota de capa alta y pequeño ribete violeta granate. Nariz intensa con aromas de frutas silvestres sobre matices de la crianza en madera que deja notitas ahumadas. Con la aireación la fruta roja madura se convierte en más evidente, hay sensaciones también florales, vegetales y con un tipo de menta muy elegante y delicada, más parecida a los balsámicos de los caramelos que a la menta pura y dura. Quizás la madera se intuye demasiado aún, y se combina con esa sensación de menta que antes decía para apuntar a notas resinosas elegantes de maderas nuevas y que se confunde con los ahumados del tueste de las barricas. Final de nariz con un pelín de acetato de etilo / laca, pero muy débil y que también podría ser el alcohol y por qué no mi imaginación sensorial. Tiene un evidente estilo de la casa Muga. En boca es fresco, frutal, con agarre de sus taninos tanto de las variedades como de las maderas utilizadas. En la evolución desarrolla una buena acidez que se acopla a esa sensación frutal / astringente anteriormente descrita, maderosa y que le da largura en el proceso, hasta llegar a un posgusto de hueso de melocotón y cierta astringencia frutal sápida. Este vino ahora es como un proyecto de fin de carrera que ha sido visado por los responsables académicos y con nota Cum Laude, pero que se tiene que desarrollar en los próximos años. Siempre D.m. creo que moriré ( tengo 50 años ) antes de que este vino culmine este proceso, lo cual me divierte muchísimo, es como si el Vino fuese lo importante, y así es. Ya me veo a mis compadres andaluces tras leer esta cata con los dedos de la mano conformando la figura de los cuernos y tocando la madera más cercana que tengan. No nos despistemos. Un vino muy bueno, con estructura de Rolls Royce y para que lo disfrutemos todo lo que podamos en las próximas décadas. Estilo Muga 100 %.