Fotos:
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Etiqueta frontal
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Contraetiqueta
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Las habitas al tombet
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El huevito con trufa
La garnacha le da un plus a este vino.
NOTA DE CATA:
8.83
CALIDAD-PRECIO:
10,0
Y este fue el segundo de los tres vinos que nos tomamos en una comida entre amigos en el restaurante Flote de Castellón. Ninguno de los comensales lo conocíamos pero por su precio nos llamó la atención la verdad. Lo abrieron junto con los otros dos antes del aperitivo. Calculo que respiró durante unos 45 minutos más o menos. Sacado de la vinoteca a 16°C.
VISUAL: Nos encontramos con un vino de color rojo cereza de capa media-alta, luminoso y cristalino con un estrecho ribete en tono rubí. Presenta una lágrima fina, abundante y ligeramente tintada (88).
OLFATIVA: En primer término predomina la fruta fresca (moras y arándanos). Con el movimiento asoman notas florales de violeta, herbáceos a hinojo y tomillo, especiados dulzones de vainilla y canela con un interesante toque mineral a tinta china. Al final muestra unos sutiles tostados y recuerdos al roble de las barricas. Intensidad media-alta y más que aceptable complejidad (87).
GUSTATIVA: En boca presenta un buen ataque, fresco y de alta acidez. Vino amplio, carnoso y opulento. Paso por boca sedosito, con los taninos bastante puliditos aunque aún presentes. Retronasal con aromas a frutos del bosque y con apuntes especiados. Vino bien equilibrado con una persistencia de dos minutos y 20 segundos. Post-gusto sabroso con notas de la crianza, tostados y recuerdos amaderados muy bien ensamblados con la fruta. La garnacha le da un plus a este vino, lo hace mayor y le proporciona corpulencia sin duda. Pese a su corto paso por barrica está bastante redondito aunque en un par de años considero que alcanzará su climax (89).
La RCP la considero excelente pues cuesta apenas 8 euros.
MARIDAJE: Nos lo tomamos con el tercer y cuarto plato del menú madalenero que proponía el restaurante. Consistió en unas "Habas al tombet" y un "Huevo a baja temperatura con trufa de Catí". Espectacular la combinación con el tombet, aromas intensos herbáceos y cárnicos perfectamente complementados con los apuntes frutosos de nuestro riojita. Y con ese huevito con trufa...uhmmm!!... qué rico!!, las notas fúngicas, los recuerdos minerales y los sutiles tostados del vino maridaron de modo espectacular.
Salud-os!!